El primer día vinieron dos agentes vestidos de civil y bien pertrechados de armamento, colocándose en público, de forma poco discreta, los chalecos antibalas y exhibiendo el logo del cuerpo (policía autonómica), posteriormente tras tenerlo todo en regla se metieron por un callejon de la calle Bafart, bajando uno de los agentes posteriormente a coger una palanca del maletero.
El segundo día ya no eran dos agentes, sino tres, dos de ellos tenían unos rasgos faciales poco comunes entre nosotros, no parecían de raza mediterránea, más bien uno hacía pinta de ruso y el otro de escocés, por lo que se sospecha que podrían estar trabajando con la Interpol en un asunto relacionado con las drogas, tráfico de blancas o terrorismo relacionado con el yihadismo.
Coche camuflado de la policía secreta. |
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