La fiesta de moros y cristianos cada año va ganando más adeptos dada la vistosidad de sus atuendos y la gran implicación de la gente a tal evento. Esta fiesta le va ganando terreno a otras tan conocidas como la fiesta del caracol, en la cual la gente se reune entorno a cuatro caracoles para después coger una buena borrachera, con lo cual la fiesta pierde parte de su atractivo.